HABLEMOS DE LOS BENEFICIOS QUE APORTAN UNA EDUCACIÓN MUSICAL SISTEMÁTICA DESDE EDAD TEMPRANA.
Existen sendos estudios que demuestran la importancia que tiene la educación musical a largo plazo para el desarrollo de la potencialidad del individuo en su plano cognitivo, emocional y social. Podemos decir que los alumnos de Música desarrollan una personalidad armónica.
De hecho, la Música y el lenguaje son las actividades más complejas que realiza el cerebro humano, pues en ambos casos se activa todo el cerebro de forma interconectada, propiciando el desarrollo de las relaciones interhemisféricas.
Ciertos experimentos realizados en distintas zonas geográficas y en distintas épocas, han arrojado resultados similares y sorprendentes. Tanto Dalcroze (1926), como Kodaly (1967), demostraron científicamente que la educación musical opera beneficiosamente en el desarrollo de la memoria, la concentración, el pensamiento lógico-matemático, las habilidades espacio-temporales, las habilidades lingüísticas, la creatividad, la capacidad comunicativa, la competencia social, la motivación, la autoestima y el óptimo manejo de emociones que favorecen la reducción del estrés.
Algunos de los múltiples beneficios que podemos percibir y encontrar en los alumnos que han vivido una educación musical
continua desde edad temprana son los siguientes:
-Desarrollo
de las relaciones interhemisféricas cerebrales. (Apoyado en los
estudios de Despins, (1989), Parsons y Krumhansl (2002), Gerry,
D; Unrau, A; Trainor, J (2012)).
-Desarrollo armónico y
global de la personalidad. (Apoyado en los estudios de las
escuelas Kodaly (1967), escuelas Dalcroze (1926),
W.Weber, Spychiger y Jean-Luc Patry).
-Con
un instrumento de teclado: Desarrollo de las habilidades
espacio-temporales, del razonamiento lógico-matemático y de
la autoestima. (Apoyado en los estudios de Gardiner y otros
(1996), Costa-Giomi (1999),Shaw (1999), Günther Bastián (2000)
y Rauscher (2000)).
Según Hetland (2000), Rauscher (2000)
y Persellin (2000), además de todos los beneficios anteriormente
descritos, la actividad musical continuada en los alumnos mejora las
habilidades espacio-temporales, el razonamiento lógico-matemático y
a autoestima entre otras.
Otro ejemplo es la experiencia llevada
a cabo por el
profesor Hans Günther Bastian (2000) en las escuelas
Primarias de Berlín en colaboración con A. Kormann,
R. Hafen y M. Koch. Esta investigación de seis años
de duración, desde 1992 a 1998, trabajaba sobre "La influencia de
la Educación musical a largo plazo en el desarrollo
general e individual del niño". Se eligieron 170 alumnos, siendo estos
la mayoría de clase media-trabajadora. Durante sus primeros
seis años de educación primaria los alumnos recibían dos
clases de música a la semana. El progreso de estos alumnos se comparó
con el de las clases que recibían solamente sus lecciones de música propias
del Plan de Estudios. Posteriormente se evaluó el desarrollo del alumnado en
ambos casos observándose unos efectos realmente positivos en los
alumnos que habían trabajado la educación musical durante
un periodo medio/largo de tiempo.
Los resultados positivos obtenidos en esta investigación se pueden resumir
en:
- Aumento en
competencia social e inteligencia social.
- Relación creciente
entre la aptitud musical y la inteligencia.
- Disminución de
alumnos con deficiencias en la atención.
- Ventaja significativa en
habilidades musicales, interpretación y creatividad.
- Alto
porcentaje de actuación en las clases de otras materias, como lectura,
matemáticas, inglés, etc.
PRINCIPIOS
DE LA EDUCACIÓN JAPONESA Y LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN MUSICAL
A menudo nos preguntamos por qué nuestro
sistema educativo parece fracasar estrepitosamente. Los resultados del informe
Pisa, tanto el resuelto en este año como los correspondientes a años
anteriores, avalan esta idea compartida por la esfera política y la comunidad
educativa. ¿Qué estamos haciendo mal?
Para dar respuesta a esta pregunta, el
sistema educativo español se ve abocado a continuas transformaciones en su
estructura legislativa que no hace más que confundir e imposibilitar la
correcta, o cuanto menos óptima labor de los profesionales de la docencia. Con
estos cambios se pretende reforzar aquellas áreas que se evalúan en las pruebas
Pisa, como son la comprensión escrita y la resolución de problemas matemáticos
y de razonamiento, lo que se traduce en más horas lectivas dedicadas a
Matemáticas y Lengua, además de la creciente Lengua Extranjera que ha tomado
una especial relevancia en esta última década de globalización. Pero esto
no hace más que arañar la superficie de un problema que no se soluciona con la
búsqueda de resultados cuantitativos, desvirtuándose los cualitativos
como la inteligencia emocional (ampliamente defendida por Daniel Goleman),
el desarrollo de la creatividad (por Ken Robinson) o la búsqueda de
nuestro elemento individual (por Eduardo Punset).
¿Por
qué Japón tiene un sistema educativo que va a la vanguardia con respecto al
resto de países?
Quizás sea debido a la distinta forma de
concebir el mundo que posee la cultura oriental, sujeta a paradigmas
intrínsecos a su particular idiosincrasia que distan mucho de nuestro enfoque
centrado en resultados superficiales.
La educación japonesa se proyecta desde el
"Kokoro", concepto que abarca valores y virtudes esenciales para el
ser humano y para todo proceso de enseñanza/aprendizaje, como son:
- La interpersonalidad: somos reflejo
de los demás, por lo tanto debemos cuidar la salud del clima social donde tiene
lugar el proceso.
- Autodisciplina: la capacidad de ser
consecuente con uno mismo y
superar vehementemente metas autoimpuestas conforman
una personalidad íntegra, madura y responsable.
- Perfeccionismo: más que llegar a la
perfección absoluta, esta idea se refiere a
la autodisciplina aplicada a alcanzar la meta de hacerlo lo mejor que
podamos, buscando una perfección intrínseca y no extrínseca.
Es por ello que el sistema educativo
japonés da una especial importancia al contexto, al desarrollo personal (y
espiritual), a las relaciones entre familia y escuela (donde la escuela es
concebida como una gran familia con alto nivel de implicación de padres y
madres), y a las materias artísticas en el currículo escolar que ocupan nada
más y nada menos que un tercio de éste.
REFLEXIÓN:
¿Qué estamos haciendo mal?
Bajo nuestro punto de vista, hemos
deshumanizando la Educación mediante un enfoque equivocado donde prima la
enseñanza y aprendizaje (memorístico) de contenidos ofrecidos como productos
acabados para superar ciertas evaluaciones tanto internas como
externas. Insertamos en la mente de nuestros alumnos respuestas algorítmicas a
un conocimiento exclusivamente académico, vacío de toda significatividad,
viéndose reflejado negativamente en los resultados
de evaluaciones, como el informe Pisa, donde se utiliza una vara de
medir muy diferente a la utilizada por los libros de texto. Estamos ahogando
las capacidades de nuestro alumnado.
Se hace necesaria
la deconstrucción de nuestra manera de entender la educación y su
inercia histórica. Podemos tomar como referencia el enfoque japonés, y al menos
debemos realzar el papel fundamental que tiene la educación musical y artística
en la educación íntegra y holística del individuo en particular y la
sociedad en general.
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